Hace unos meses me pase por este local del
Borne barcelonés perteneciente al grupo Sagardi… había oído críticas,
comentarios, opiniones para todos los gustos … pero entre ellos filtré uno que
aseguraba la existencia en este local de un bocadillo de auténtica porchetta italiana … No se’n parli més!!! … Para allí que
fui.
Un día entre semana … ambiente tranquilo … el
local, que había albergado el antiguo Estrella de Plata, no es muy grande,
aunque posee una amplia y cómoda barra, para degustar tapas y bocadillos… y al
final unas pocas mesas junto a un reservado para grupos.
Una vez sentado sólo podía pensar en los
bocadillos, que viendo algunos de sus precios, me los imaginaba de dimensiones
inabarcables tales que me veía dentro de ellos bañándome en su salsa … Ufff !!!
… Creo que entré en una especie de delirio calórico, al observar el listado de
bocadillos … podías dar la vuelta al mundo (New Cork, Texas, Baviera, Sicília,
China, Vietnam …) con los ingredientes que los formaban. Como mención especial
están los bocadillos para compartir de México y de Korea, que dejaríamos ya
para auténticos profesionales de la materia …
… Y hablando de materia, como la coletilla del
Restaurante indica (Pagesos i Cuiners)
… la materia prima es espectacular, un buen trato y una buena cocción es lo que
hacen de estos bocadillos y, también, de las tapas, algo apetecible y que
provocan que se llenen mis papilas gustativas al recordar aquellos momentos.
Algunos que me conocen ya lo saben … pero
tiendo a ser gilipollas … y sobretodo con presión … Me explico, ante una carta
de productos que me estimulan, mi cerebro se bloquea, se satura, no sabe a lo que atenerse, lo quiere todo y
actúa por cuenta propia... por eso a la hora de hacer la comanda me olvido de
la Porchetta, que había sido la
causante de ir a Sagàs, y mi subconsciente, a su rollo, pide el bocadillo de
Cua (Rabo de toro guisado con picadillo de nueces, tomate, cebolleta y perejil)
… Es lo que tiene ser gilipollas! …
… Aunque ser así es una lotería, puede salir
mal o fatal, esta vez la clavé … El guiso era realmente increíble, meloso, se
deshacía en la boca y con el contraste del picadillo que lo cubría provocaba
una especie de éxtasis en mi boca…
A parte pedimos un Agromix, sándwich de pan de
molde con relleno vegetariano … para mi niña … con todo lo que puedas imaginar
en un bocadillo vegetal (sin que tengas que apartar el jamón, el pollo o el
atún) … y, para acompañar, una bravas que, francamente también me sorprendieron
de forma positiva.
Haré mención especial al pan, del cual no
suelo ser muy fanático, pero cada uno de los bocadillos lleva una especialidad
que concuerda con su relleno… Olé!
Para terminar me llamó la atención uno de los
postres, Chocolate con aceite y sal, que me recordaba a mi infancia cuando mi
abuela me instruía en la cocina de la posguerra. Una rebanada de pan tostado
con un helado de chocolate con aceite puro virgen de oliva y sal gorda por
encima, que provoca la explosión de los sabores en tu paladar…
En resumen, una gratificante velada que deberá
repetirse ya que aún tengo que probar el
bocadillo de Porchetta …jejeje … Es lo que tiene … tener un subconsciente que
actúa por cuenta propia … o ser gilipollas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario