Estamos en unos
tiempos en los que la publicidad y el marketing son dos pilares indispensables en
este circo del consumismo, sin ellos tendríamos un producto que vender que no
interesaría a nadie, independientemente de la calidad del mismo.
Si debo de ser
sincero, muchas veces me los tomo a cachondeo y, cuando veo un anuncio
publicitario intento adivinar la cantidad y el tipo de sustancia psicotrópica
que usan los publicistas para conseguir semejante resultado … pero otras veces,
sin valorar el producto publicitado, ves que hay un trabajo detrás, que la
gente que ha trabajado en él ha puesto
un empeño y que hay operarios realizando lo que nunca deberíamos olvidar … el
trabajo manual y artesanal.
Por ello os quiero
mostrar esta campaña de Magnum, dónde gracias al trabajo del catalán Daniel
Domínguez han convertido la gama alta de los helados, Magnum Temptations, en
joyas comestibles para dar a su producto un toque de distinción, jugando con
tres tipos de chocolate, cacao y con frutas caramelizadas.
Los collares
realizados se expondrán en las secciones de congelados de los supermercados
dentro de unos expositores especiales, dónde se podrá ver un documental con el
proceso de elaboración de dichas joyas.
Un trabajo cuidado
y elaborado digno de mención …
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