Ya desde pequeño sentía atracción por los guisantes… me negaba a
comerlos!!! … esas pequeñas esferas de verde reluciente y llamativo parecían más
una joya, una canica o un pequeño tesoro con el que dejar volar tu fantasía que
algo para comer, con el que, como argumentaba mi madre, nutrir tu cuerpo con
hidratos, proteínas, vitaminas y minerales… todo eso dentro de esa pequeña pelotita…
uaauuu!! … pues a lo mejor si que podía ser un verdadero tesoro… pero aquellas argucias
no refrenaron mi insistente negación a la hora de comerlos…
Todas estas fantasías infantiles finalizaron un fin de semana en el
que tuve que comer en casa de una amiga de mi madre… mi desazón llegó a su clímax
a la hora de la comida… guisantes a la catalana!!! … y ahora que iba a
hacer?... aquella señora no entendió lo que significaban para mi esas esferas
esmeraldas, así que me vi obligado, bajo amenaza acusatoria, a comerme aquel
plato hasta que no quedara ni uno…
Fue un día triste… empecé a perder un poco de mi infancia en aquel
episodio pero tiempo después me di cuenta de que había aprendido una lección… en
la cocina entran a jugar todos tus sentidos, no sólo la vista… la explosión
dulce que provocaron aquellas bolitas verdes en mi boca acompañado del
contraste con el salado de la carne y el embutido no se me olvidará jamás.
Tras mi sensorial lección olvidé aquellas historias de tesoros, que
recuperé años más tarde con el Señor de los Anillos, y me enfrasqué al disfrute
de esta pequeña semilla del Próximo Oriente que se asentó de forma maravillosa
en mi familiar Maresme muchos años atrás.
Así que hoy os obsequio con unos guisantes espléndidos de Sant
Andreu de Llavaneres… receta tradicional del Maresme…
GUISANTES
ESTOFADOS A LA CATALANA
INGREDIENTES
GUISANTES
PANCETA
JAMÓN
SERRANO
BUTIFARRA
NEGRA
CEBOLLA
AJOS
TIERNOS
SALSA DE TOMATE
VINO BLANCO
MENTA
PICADA
(PIÑONES, ALMENDRAS, AVELLANAS, GALLETA, VI RANCI)
ELABORACIÓN
- En una cazuela, preferiblemente de barro, sofreír la panceta, hasta que suelte la grasa y el jamón troceado.
- Cuando estén hechos añadiremos la cebolla y el ajo picados, dejaremos pochar.
- Mientras tanto haremos una picada en un mortero con los piñones, las avellanas, una galleta maría, las almendras y un toque de vi ranci.
- Una vez pochada la cebolla mojaremos con vino blanco, dejando que reduzca un poco.
- Tras ellos añadiremos la salsa de tomate, bien confitada anteriormente, los guisantes, la butifarra negra, la picada, unas hojas de menta y lo mojaremos con agua.
- Dejaremos cocer a fuego lento unos quince minutos, hasta que los guisantes queden tiernos, añadiendo agua si fuera necesario, para obtener una textura de salsa ligada gracias a la picada.
Ya sabéis… a disfrutar de las bolitas verdes!!!
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